Siempre Nadal

Josep Perlas y Carlos Moyá escriben su opinión hoy en El Mundo y en El País sobre el partido de ayer. En mi trabajo, hablamos también sobre el encuentro. Y no nos ponemos de acuerdo sobre el análisis del partido. Sí sobre lo soberbio que fue, y sobre la grandeza de Nadal y la calidad de Novack, pero no sobre el análisis fino de lo que pasó. J. Perlas habla de un puesta en escena agresiva de Nadal que luego se diluyó. Moyá dice que «brilló la derecha paralela» de Nadal, que lo descolocó en diferentes situaciones y que «vimos a un Nadal más agresivo». Difícil ponerse de acuerdo. Sí coinciden todos en que Nole restó muy bien, buscando los pies de Nadal en su penoso segundo saque. Y que Nadal sacó mejor que en otros partidos. También ocurrió, como en otras finales, que Nadal jugó mejor cuando peor iba en el marcador; otra vez no supo ganar un partido pese a ganar el primer set, y no supo gestionar su ventaja de 4-2 en el último set, que con el cansancio mental de ambos, debió haber sido la puntilla para el serbio. Y la explicación a esta situación inusual es el factor mental.

Luego, creo que durante muchos momentos de los tres primeros sets, Nadal jugó a devolver bolas, sin arriesgar, cediendo a Djokovich el mando en los puntos. Lo que ocurría siempre lo decidía el serbio: él fallaba, y él hacía los golpes ganadores; o fallaba Nadal. En esto, el partido se pareció mucho a otras finales. La diferencia fue que Nole no está tan preciso como en los otros partidos en los que ninguneó a Nadal. No sabemos qué pasará cuando alcance su mejor estado de forma. A lo mejor para entonces Nadal saca con su segundo mejor, y decide devolver ante el segundo de Novak más cerca de la línea de fondo, para llevar la iniciativa del punto. Esperamos ansiosos.

Deja un comentario